20.2.13

La Hora Violeta

<<Pero  esa historia ya la han escrito otros por mí.
Yo sólo la estoy llorando.>>




Queridos lectores: a partir de aquí, como en las cartas náuticas de la antigüedad, hay monstruos.

No se me ocurre una frase más apropiada que la que el mismo Sergio del Molino usa para advertir de lo que se nos viene encima con la lectura de su nuevo libro: A partir de aquí, monstruos... Monstruos de la razón. Y no existe monstruo más grande que aquel al que nadie se atreve a nombrar habitualmente. Miento. Sí existe: que ese monstruo se ensañe con un infante, con un niño. Monstruos... Monstruos de los que te destrozan el corazón y te sacuden de verdad.

Preparaos para el viaje. No voy a engañaros: Va a doler. Será movidito. También va a valer la pena.

La Hora Violeta es una crónica de la leucemia del hijo del autor. Desde el punto de vista del autor. Nada de vacuos ejercicios sobre lo que siente o piensa Pablo. Simplemente la bitácora de un naufragio desde el punto de vista del que salva la vida pero pierde casi todo lo demás. Aunque en realidad casi todo lo demás no sea ni trabajo, ni amigos, ni pareja... 

A vosotros os dejo la tarea de averiguar qué es ése 'casi todo lo demás', ésa Hora Violeta, ése laberinto de dolor en el que nos vemos envueltos cuando nos atacan esos monstruos.

Y conste que podría hablar de muchísimas más cosas: de la magnífica voz de Sergio del Molino; de la inequívoca sensación de estar escuchando a ese Cohen místico y tocado por la varita de los dioses cuando uno está enzarzado leyendo como Sergio ve a Pablo luchando contra los monstruos (a Cohen, a Reed o a Dylan, qué más dará! Comprenderán la burda metáfora); del asombro que produce ver reflejados en el texto sensaciones y pensamientos que demasiado bien conocemos aquellos que hemos tenido que ver a seres queridos batallar con monstruos en plantas de Oncología repartidas geográficamente en puntos de mapas reales en los que nada indica que allí haya monstruos, pero dónde uno definitivamente se los encuentra...

De ésas y de otras, pero qué más dará. Éso sería hablar de mis monstruos. Hacedme caso: Leed la Hora Violeta. Como diría Miracle Max: <<Dolor Verdadero>>.